Uno de los fenómenos más antiguos en la historia de la humanidad es la contaminación del agua, ya que esta ha acompañado a los seres humanos a lo largo de toda la historia, ya que desde las épocas más antiguas el hombre ha utilizado el agua para beber, alimentarse y mantenerse limpio, necesitando no sólo el almacenamiento de agua potable, sino el tratamiento de aguas negras residuales, producto de la misma actividad humana.
El tratamiento y depuración de las aguas negras son tareas indispensables para la sociedad, con el fin de preservar la calidad de vida, evitar las enfermedades que el agua contaminada puede transmitir y reducir la contaminación ambiental ocasionada por las descargas de recursos hídricos residuales, que dañan al suelo, a los cuerpos de agua y a la fauna expuesta a los microorganismos del agua.
Conocemos como aguas negras al agua contaminada con sustancias fecales y orina, ya que proceden de los desechos orgánicos de humanos o de animales; también se conocen como aguas servidas, residuales, fecales o cloacales, son residuales pues al haber sido utilizada el agua es un residuo que no sirve para el uso directo, se llaman negras por el color que suelen tener y se denominan cloacales por que las cloacas son el principal transporte o colector de este tipo de aguas, que deben canalizarse, tratarse y desalojarse.
El agua residual es generada por las viviendas, instituciones, establecimientos comerciales, industrias, hospitales y básicamente cualquier lugar donde habite o labore personal humano; no brindar el adecuado tratamiento de aguas negras puede generar graves problemas de contaminación; las aguas negras pueden ser tratadas en tanques o plantas sépticas cercanas a las zonas donde se generan o ser transportadas a través de la red de tuberías subterráneas para ser recogidas por estaciones de tratamiento local o municipal, que las jalan con bombas para su posterior potabilización.
El agua servida, negra o residual debe ser tratada para proteger la salud de la población, pero también para la preservación del medio ambiente; en las plantas de tratamiento se ha buscado conocer la composición o caracterización del agua residual, con el fin de identificar los elementos químicos y biológicos presentes y brindar la información necesaria para que los ingenieros expertos en el tratamiento de estas aguas diseñen e implementen los procesos de purificación del agua. El propósito final del tratamiento debe ser eliminar la contaminación química y bacteriológica presente en el agua, y que puede ser muy dañina para los seres humanos, pero también para la flora y la fauna silvestre y doméstica al ponerse a disposición del medio ambiente o de los hogares. Una planta de tratamiento que opere adecuadamente debe eliminar al menos el 90% de la materia orgánica, bacterias y microorganismos nocivos presentes en las aguas negras.
Además, dentro del proceso de potabilización se busca que el agua no produzca olores desagradables o molestos, y que sea adecuada para el riego del campo y el consumo de animales. Se sabe que dentro del sector agrario se consume más del 65% del agua potable y que muchas veces se utiliza como alternativa las aguas residuales para el riego, ya que se utilizan los recursos contenidos en ellas como un abono o fertilizante natural.
La tierra posee una capacidad adecuada para filtrar el agua y retener las sales y contaminantes, además de transformar la materia orgánica que se encuentra presente en el agua residual para aportar nutrientes a las plantas, hortalizas y frutos que se siembran y cosechan en los terrenos rurales.
Ya que las aguas negras se encuentran contaminadas con sustancias fecales y orina procedente de los desechos orgánicos de los seres humanos, contienen materia orgánica nociva, como los coliformes fecales, pero también contiene detergentes, jabones, grasas y otros contaminantes sintéticos que pueden dañar la salud del agricultor y del consumidor final.
En algunas comunidades con escasez de recursos hídricos, el uso de las aguas residuales para el riego es la única opción, sin embargo su uso no controlado puede generar un grave impacto en la salud humana si no se realiza ningún tipo de tratamiento de aguas negras; las aguas residuales son de bajo costo y la materia orgánica puede nutrir a las plantas y a la tierra, además se puede destinar menos recursos al bombeo y purificación dela gua, dejando la potable para el consumo humano.
Sin embargo los patógenos como los coliformes fecales pueden ocasionar enfermedades para los agricultores que están en contacto con las aguas negras, y para el consumidor de las hortalizas regadas; por otro lado, el no tratar las aguas residuales contribuye a la emisión de gases de efecto invernadero y a la contaminación de los mantos acuíferos.
El olor fétido de estas aguas, la posibilidad de que contengan detergentes o restos de compuestos químicos que no pueden ser degradados por el suelo, elementos potencialmente tóxicos como metales pesados, grasas o fármacos son otros aspectos nocivos. En los últimos años se han analizado las excretas de pacientes bajo tratamientos farmacológicos con antibióticos y se ha revelado que en el agua residual quedan concentraciones de antibióticos, que generan la diseminación de resistencia entre las bacterias, por lo que las enfermedades podrían ser más difíciles de erradicar.
En un estudio realizado en la década de 1990 se reveló que el uso de aguas residuales se relaciona con la mayoría de las enfermedades digestivas y gastro-intestinales debido al riego de hortalizas, pero también porque los contaminantes presentes en el agua pueden modificar las características de los suelos.
En Proyectos Hidráulicos Tixtla contamos con especialistas en soluciones para el tratamiento de aguas negras, ya sea a nivel industrial, comercial, residencial, campestre o gubernamental, con el fin de purificar las aguas para reutilizarlas y cuidar la salud y calidad de vida de los seres vivos.